Hoy nos vamos hasta México, para irnos para Alemania!
Bienvenidos a Fuera de Hollywood, porque no solo de blockbusters vive el hombre!
Muchas veces nos quejamos de que el cine latinoamericano es solo crítica social, lo que no es cierto, pero tampoco es tan lejos de la verdad.
Y eso nos lleva a pensar: si se va a hacer crítica social, no se puede hacer un poco diferente? no se le puede dar otro ángulo?
Y ahí es donde entra el director y guionista Jorge Ramírez Suárez y su película "Guten Tag Ramón" o buenos días Ramón en alemán!
Esta película sigue la historia de Ramón, encantadoramente interpretado Kristyan Ferrer, un chico pobre del norte de México quién intenta desesperadamente cruzar la frontera persiguiendo del "Sueño Americano". Pero siempre termina siendo descubierto por "la Migra" y devuelto a su casa.
Pues un día, por un golpe de suerte encuentra los medios para intentar emigrar de nuevo, pero esta vez a Alemania, en donde las cosas se le van complicarán más de lo que jamás imaginó, pero en donde también tendrá la oportunidad de cambiar para siempre su vida.
Técnicamente, la película no es sorprendente, salvo por el hecho de ser grabada en gran parte en el extranjero, algo que el cine latino no hace por lo general. Sin embargo, su virtud más patente es lograr darle un ángulo diferente a un tema social profundamente complicado y trágico como es la Migración.
La historia no tiene miedo en mostrarnos lo terrible del problema y lo cruel de las situaciones que lo provocan. Pero a diferencia de otros productos que tocan el mismo tema, esta no le tiene lástima a su protagonista, por el contrario, le tiene fe.
Es alguien que necesita ayuda, pero que puede valerse por si mismo, puede sobreponerse a sus circunstancias y hacer algo útil si le tendemos la mano.
Incluso, si vemos un poquito más profundo, podemos decir que el tema de la película es nuestro aislamiento voluntario, ese deseo de no complicarnos, de no comprometernos... y como eso nos aleja de nuestra propia humanidad. El simbolismo de Ramón perdido en Alemania sin entender ni ser entendido es más que claro!
Pero una vez más la historia es demasiado optimista para dejar las cosas así y le da la vuelta a la situación con la escena más hermosa de la película: dos personajes hablan entre ellos, sin entender una palabra de lo que dicen pero comprendiendo el sentimiento de cada una de ellas. Acompañándose y consolándose a pesar de la barrera del lenguaje.
Para ayudarnos, para comprendernos no necesitamos más que un gesto, una mirada, una actitud... es algo que se olvida con frecuencia y esta película nos lo recuerda de una forma muy muy hermosa.
Al final la película no es perfecta, tal vez peca un poco de sentimental por momentos y climax y desenlace llegan demasiado apresurados, más si vemos como se toma el tiempo en otras partes de la historia.
Sin embargo es muy dulce, muy bien intencionada, muy bien actuada y que nos recuerda cosas importantes: que no podemos vivir aislados, que hasta una pequeña ayuda puede hacer una gran diferencia, y que hay veces en que simplemente, tenemos que dejarnos ayudar.
Al fin y al cabo no estamos solos en el mundo.
Y eso es todo por hoy, pero pronto volveremos comentando más del cine fuera de Hollywood!