Este video es dedicado al amigo Youtuber Yair Velez, fanático del cine y de Michael Jackson, quien falleció hace unos días.
En el 2008, el director japonés Yôjirô Takita, nos trajo una de las películas mas premiadas que haya salido de Japón la década pasada: "Okuribito", una palabra medio inventada que significa algo así como "los que envían", una forma de llamar a los encargados de los funerales.
La película se estrenó en occidente con el nombre de "Departures" (Despedidas), y aquí en latinoamérica con el nombre de "Violines en el Cielo"...
"Violines"?!??!?!?!
En fin!
"Okuribito" nos cuenta la historia de Daigo, un talentoso celista (celista, no violinista!) que al quedar desempleado, no tiene más remedio que volver a su pueblo natal y resignarse con un trabajo un tanto diferente: asistente en una funeraria!
Con este tema, el director Takita y el guionista Kundó Koyama logran algo que es realmente excepcional: una historia local, pero que es a la vez universal. No hay nada extraño, nada ajeno en los sentimientos y tribulaciones de los personajes, pero a la vez todo es nuevo, todo es diferente, todo es... japonés!
Y si saben algo sobre Japón, sabrán que ahí todo involucra una protocolo rígido y lleno de rituales y las pompas fúnebres no son la excepción. Así que vemos a Daigo lidiar con sus propios prejuicios, con las complicadas normas de la ceremonia, con su propio sentimiento de fracaso y la relación con su padre, a quién no ha visto en años. Y en la película acompañamos al pobre músico por todas estas fases, siempre con la muerte detrás. Pero no como una amenaza, sino como un incentivo: arreglen sus cosas, no pierdan el tiempo en tonterías por no estamos aquí para siempre!
Lo primero que podemos notar en la película es sin duda su gran sentido del humor. Humor negro sin duda, pero nunca irrespetuoso o incómodo, lo que nos lleva a lo segundo que en seguida apreciamos: no puede ser ofensiva, porque la historia tiene un enorme corazón1.
El director Takita nos lleva por el escabroso tema de la muerte con una mano tan segura, con una dirección tan elegante, que no podemos menos que conmovernos y sonreír a la vez.
Las actuaciones son muy sólidas, en particular Masahiro Motoki, nuestro sufrido celista, que carga con los momentos más cómicos y más dramáticos de la historia sin ningún problema, mientras que Tsutomu Yamazaki, su mentor y jefe nos da el balance en el la historia con su paz y seguridad.
Y resaltando y acompañando todo esto, la música maravillosa, compuesta por el maestro Joe Hisaishi, colaborador habitual del estudio Gibli y que nos trae aquí una de las bandas sonoras más hermosas que van a escuchar.
No me creen?
"Okuribito" es una película hermosa, profundamente humana, una película que nos muestra la muerte para que apreciemos la vida.
No hay nada depresivo o fatalista en ella sino un profundo amor por la vida, por la gente. Es una historia que nos urge a aprovechar el tiempo que tenemos aquí, para que cuando llegue el momento, podamos tener una buena despedida.
Eso es todo por hoy, y Yair, donde quiera que estés, un abrazo. Ya nos veremos de nuevo!
