Juan José Antuna Ortiz
Magia a
la luz de la Luna es el filme que nos ha hecho el
favor de regalar en el año 2014 Woody Allen. (Porque ir a ver una película de
Woody Allen al cine para nada se le debe de considerar como un gasto, es ver en
realidad arte, escuchar arte y sentir arte; y dicho sea de paso puedes aprender
algo sobre la vida, el "complicadísimo" amor y el existencialismo).
En esta película Allen nos cuenta y narra la historia de un famosísimo y
egocéntrico mago que es la atracción más grande en toda la Europa de los años
veinte, un día acabado su show en Londres llega y lo visita un amigo mago (su
único amigo) que le pide ayuda para desenmascarar a una joven norteamericana
que se hace pasar por una medium, él
que no cree en un plano espiritual y no ve un más allá de lo que tenemos ahora
y que el pensar en otra vida u otra realidad sería esperanzarnos para al final
sufrir más de lo que estamos condenados a vivir en esta insatisfactoria vida
sin sentido. (Prácticamente el papel protagónico es Woody Allen como en todas
sus películas pero ahora maravillosamente interpretado por Colin Firth que no
pierde su magnífico acento inglés). Así que decide viajar a la siempre hermosa
y maravillosa Costa Sur de Francia para ayudar a su amigo, estando ahí primero
decide visitar a su tía la cual es una mujer encantadora por la cual Stanley
tiene un gran amor casi maternal y que a la vez es la persona que pone en su
boca lo que piensa y siente en verdad, entonces conoce a la "impostora",
y desde el momento en que la ve queda impactado por su belleza y por su don, al
principio escéptico y defendiendo el sentido común y racional que era lo único
que lo había acompañado toda la vida, niega rotundamente que aquello pueda ser
real y que aquella chica, Sophie sólo era una charlatana que quería robar todo
el dinero de la familia a la cual tenía maravillada con su poder de ponerse en
contacto con el más allá y hablar con el difunto esposo de la señora y al hijo
menor con el cual está comprometida. Entonces una tarde mientras Stanley lleva
a Sophie a visitar a su tía ésta le dice a la tía al tocar un collar de perlas
que le presta sobre su único amor que la dejó, al presenciar aquella cosa
Stanley y saber que nunca le había contado nada de la historia de su tía,
decide caer ante el encanto de aquella seductora joven. Él cree ahora en un
mundo mejor, lleno de magia y posibilidades y misterios y empieza a tener la
idea de que en realidad la vida si tiene un propósito y de que en verdad se
puede ser feliz, entonces de regreso a la casa y ya siendo demasiado tarde el
vehículo se descompone en medio de la carretera y empieza a llover, empiezan a
correr hacia el bosque y llegan a un viejo observatorio que Stanley visitaba de
niño, llegan y se meten ahí hasta que deja de llover, Stanley y Sophie tienen
su primer acercamiento y Stanley empieza a sentirse más feliz, este duerme una
pequeña siesta y cuando despierta y ya había parado la lluvia abren el techo del
observatorio, y en vez de sentir ahora que el universo era enorme y amenazador
como lo sentía años antes, ahora tiene la capacidad de verlo como algo hermoso.
El prometido de Sophie se va por una semana a París, entonces Stanley y Sophie
pasan todo ese tiempo juntos, desde paseando en coche y viendo en el voladero
el mar azul que le da su nombre a las costa sur de aquel país, paseando en las
playas de las rocas, en los jardines floreados de primavera, bailando; y así
ambos, ella sabiéndolo, y él no tanto más que sólo creyendo que es más feliz
porque ha encontrado el motivo por el cual ser feliz (que en un principio
piensa es el descubrimiento de ella y ese algo más que todos buscan para dar
sentido a sus vidas, para al final darse cuenta de que lo que lo hacia ser más
feliz y que su vida fuera ya especial; era ella) empiezan a sentir sentimientos
el uno por el otro.
La verdad no me gustaría contarles mucho de la
trama porque si lo leen aquí quizá ya no la vayan a ver, así que sólo les
contaré hasta aquí para que se queden con la tentación de saber en que termina
que créanme, aunque es un final a la Woody, no es el que uno llega a imaginarse
por un momento, y digo el que uno llega a imaginarse porque para los que
conocen bien la obra de Woody sabrán que la mayoría de sus películas que hablan
más de romanticismo que de intriga terminan con un hombre solo, reflexionando
sin ninguna de las dos mujeres. Y es que yo no entiendo, aunque si lo aplaudo
esta necesidad de Woody Allen por plasmarse y proyectarse en estos amores
imposibles como la cura y salvación de su pesimismo ante la vida defendiéndose
tras la obra de los grandes pensadores como Nietzsche o Freud, siempre
mostrándonos y haciéndonos enamorar de historias con jóvenes mujeres dulces,
encantadoras y hermosas (la verdad no creo poder llegar a ver en otra película
a Emma Stone tan encantadora) enamorándose, no ellas antes que ellos aunque no
se den cuenta hasta el final, de hombre maduros (como él) que son bohemios, mal
humorados, un tanto hasta aburridos, pero apasionados amantes artistas; y
además añádanle a esta peculiar pero siempre misma historia de amor (si
repetirse es así de genial, déjenme ser como este genio) la Costa Azul
Francesa, la película es visualmente seductora, hermosa y maravillosa, la
fotografía y esos cuadros y escenas en exterior tan llenas de colores a las que
últimamente nos está acostumbrando Woody, hacen de esta película exquisita y
perfecta. Es una película
hermosa y maravillosa, pero no es el mejor Allen claro está.
No les he comentado esto pero es de lo más
imprescindible, y digo que es de lo más imprescindible porque son las cosas,
además de la historia claro está, que le dan su toque y verdadera belleza a los
filmes de Allen. Para empezar el comienzo no puede ser más hermoso, como es
costumbre de las películas de Woody, los créditos importantes van a inicio, y
en esta ocasión acompañados de ellos la que para mi es una de las canciones más
hermosas de todos los tiempos escrita por el gran Cole Porter, "Do You
Something To Me", yo me enamoré de esta melodía por la película que también
es de Woody Allen, Midnight in Paris
(que también ya había utilizado en Poderosa
Afrodita) y si supieran la emoción que sentía mientras escuchaba esta
canción en el cine. Si bien uno puede llegar a amar las películas de Woody
Allen por la trama, o por su afición en los últimos años por hacerlas en
ciudades europeas, o en Nueva Cork como fue su emblema durante años, o por las
tramas pasionales, o los enigmas e intriga que sabe manejar, o por las mujeres
que salen en estas, es la banda sonora las que hacen a sus películas especiales
e inolvidables, o quien no piensa en Woody Allen cuando suena por ejemplo
“Check To Check” o “Si To Vois Ma Mére” o “Bistro Fada” o “Rhapsody In Blue”.
Las opiniones vertidas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor y no necesariamente corresponden con las de la administración de En 10 Puntos