Arturo Araya
Recientemente premiada con el Globo de Oro a mejor miniserie de televisión, es buen momento para hacer una breve reseña de esta serie, que principalmente por motivos culturales, no tuvo mucho impacto en américa latina.
Es producida por Ryan Murphy, creador de American Horror Story, una serie que comparte muchos aspectos con la que nos refiere en este momento, por ejemplo:
- Ambas producciones comparten al equipo de producción y elenco.
- El formato, tipo antología, el mismo elemento es analizado y mostrado desde varios puntos de vista, como espectadores veremos todo, sin tomar bandos, nadie es bueno, nadie es malo, todas las decisiones tienen consecuencias, además es una historia que se cuenta con un elenco coral, personajes entran y salen, pero hay motivos para esto, por ejemplo, el episodio 8, muestra el caso desde el punto de vista del jurado.
- El sentido del humor, muy negro, y basado en desgracias humanas, hay que estar abierto a esos chistes desde el principio.
Existen también otras características propias de la serie, que hay que tomar muy en cuenta antes de verla:
- Esta basada en hechos reales: el muy discutido caso de O.J Simpson, es el arco argumental de esta historia, sin embargo, hay que hacer incapie en la palabra “basada”, o sea no son hechos reales todo lo que se presenta, hay elementos que se ven claramente interpretados y sobredimensionado para que funcione como serie de tv.
- Hay muchas situaciones raciales, racistas, machistas, homofóbicas, ateas, el programa no intenta ser políticamente correcta.
- Es mejor estar informado del contexto de los hechos, la serie no es un documental, por lo que no toma tiempo para hablar de todos los elementos alrededor, por ejemplo, la corrupción en la policía de Los Angeles.
El elenco
Uno de los atractivos de la serie es el trabajo de actores, son nuestros guías y lo recurrente, nos enfocaremos en cinco.
-Cuba Gooding, Jr, como O.J Simpson, las mejores partes de su trabajo, son las escenas dramáticas en solitario, las peores, el personaje como celebridad, al actor Cuba, le falta el carisma que era uno de los atractivos del personaje, y su manejo de las escenas, pierde mucha fuerza, pero su desempeño en las partes del juicio es impecable y la escena cuando se prueba los guantes, es una obra de arte.
-Sarah Paulson, como Marcia Clark, pasa de personajes excéntricos y escalofriantes, a un personaje dramático y sobrio, domina cada escena en la que aparece, el personaje va creciendo, y lo mejor es su complejidad, pasa de ser una idealista a una aprovechada, le aplaudes cuando no se deja intimidar, y la odias cuando le pasa por encima a sus colegas y arriesga el caso solo para demostrar quien manda.
-Courtney B. Vance: como Johnny Cochran, un actor muy encasillado en los papeles de jefe de policía, o agentes de la ley, interpreta al carismático abogado de O.J, determinado, elegante, y cínico, sin embargo, también un gran crítico y cuestionador de la policía, su meta es aprovechar el caso para poner en evidencia el atropello a los derechos civiles. Es agradable ver un actor demostrando sus mejores talentos y en mas de una ocasión echándose la serie al hombro, y dando de las mejores actuaciones en tv.
-John Travolta, como Robert Shapiro, muy sobreactuado, sin embargo, es pieza clave para las primeras partes del proceso, hay que destacar que, en los primeros episodios, es fundamental buscando el enfoque del caso y al equipo de la defensa. Es importante señalar, que Shapiro fue uno de los mejores y más controversiales abogados de la época, ve el caso Simpson como una oportunidad. Travolta es también productor de la serie, y llegado a un momento se hace a un lado, por varios episodios, dejándole el espacio libre a Vance.
-Sterling K. Brown, como el ayudante de la fiscalía Christopher Darden, el más idealista de los personajes, y el punto de unión de varias de las sub tramas, es el punto débil de la fiscalía, ya que su inexperiencia lo hace blanco de los ataques de la defensa, y es el punto fuerte ya que su condición, afroamericano y de origen humilde, ayuda a contrarrestar la imagen impecable de Simpson ante la comunidad afroamericana.
Desde el primer capitulo, la serie cuestiona todo, en ningún momento cuestiona el veredicto contra O.J Simpson, pero si cuestiona mucho el sistema legal, el papel de los medios de comunicación, la corrupción en la policía, los derechos y deberes de los abogados hacia la comunidad, el sistema judicial, el cliente, y cuestiona todo en ambos bandos.
Muy recomendable, y lo mejor solo 10 capítulos muy dinámicos, y bien explicados.
Las opiniones vertidas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor y no necesariamente corresponden con las de la administración de En 10 Puntos