"Green Book", "Vice" y "La Favoita"



Este programa tiene un sabor especial para mí porque es la primera vez, en toda mi vida, que logro ver todas las nominadas a “Mejor Película” para el Óscar. Así que me complace hablarles las tresque me faltaba comentar. 

Empezamos con “Green Book”, que aquí le pusieron uno de esos nombres maravillosos como “Amistad sin fronteras”, o algo así.
Esta es la historia, inspirada en hechos reales, de Tony Lip, un italoamericano tosco pero bonachón que se emplea como chofer del extraordinario pianista clásico Don Shirley, un negro culto y sofisticado, en una gira por los difíciles estados del sur durante los años ’60. 

De hecho, el nombre de la película, Green Book, o Libro Verde, se refiere a una guía de viaje en que enlistaba los hoteles en el sur en los que los negros tenían permitida la entrada. 

La película se ancla en las tremendas actuaciones de Viggo Mortensen y Mahershala Ali, ambos en papeles muy diferentes a lo que nos tienen acostumbrados. Pero aparte de eso, no hay mucho más. Es una película bonita, que te deja un buen sabor de boca, pero muy rala, muy superficial. Tal vez sea culpa del director Peter Farrelly, famoso por películas como “Loco por Mary”, “Dumb and Dumber”, “Los tres chiflados”, y la atroz “Movie 43”; y pareciera que simplemente no tiene la habilidad o la sensibilidad para darle más peso a una historia que aunque optimista toca temas como la segregación, el racismo institucionalizado y los prejuicios sociales. Todos estos asuntos parecen casi leves incomodidades en vez de duras realidades que marcan y definen la vida de nuestros protagonistas. 

Otras películas como “The Help” o “Hidden Figures” logran balancear mucho mejor el optimismo y una visión positiva a futuro con lo duro y frustrante de estas realidades. 

En verdad creo que sin Mortensen y Ali, esta película habría ido y venido sin mayor trascendencia. 

Seguimos con “Vice”, una especie de biografía sobre Dick Cheney, el vicepresidente en la administración de George W. Bush, y que para muchos fue el verdadero poder en las sombras. “Vice” de hecho es un juego de significados, vice por vicepresidente y vice por vicio. 

Y antes de empezar seamos claros, esta película es propaganda demócrata. Durante la historia ha habido joyas cinematográficas que son propaganda; “El Acorazado Potemkin” de Sergei Einsenstein es propaganda comunista, “El triunfo de la voluntad” de Leni Riefenstahl es propaganda nazi, “Vice” es propaganda demócrata, eso no habla de su calidad como película pero sí la hace una experiencia muy incómoda de ver. Es obvia su parcialidad, retratando a Cheney y los republicanos como un grupo que disfruta de la tortura de prisioneros, como disfruta de una buena comida, mientras poco falta para que aparezcan coros angelicales cuando Obama toma la presidencia. Su favoritismo es tal, que uno no puede dejar de pensar que te están escondiendo la mitad de la historia. 

Cinematográficamente hablando, tiene momentos brillantes. Christian Bale es irreconocible como Cheney y el resto del cast lo acompaña con igual fuerza en escena. Adam McKay en el guión y la dirección ejecuta los mismos malabares visuales que en “The Big Short” con momentos creativos extraordinarios pero también alargando otros innecesariamente; y esto de veras que se siente. Todo el primer acto de la película parece que sobra, ¿para qué queremos ver la juventud de Cheney y su relación con su esposa, cuando es obvio que McKay lo que quiere es mostrarnos sus troperías en la Casa Blanca?

Al final, es una película que lo deja a uno frustrado, no solo por la corrupción que denuncia sino porque se siente tan parcializada que nos sentimos adoctrinados.  Y sus excesos visuales,  muchas veces distraen en vez de reforzar el mensaje.

Y para terminar, “La Favorita”, obra del excéntrico director griego Yorgos Lanthimos. Esta película es inspirada en un periodo de la historia inglesa, allá por el siglo XVIII, en que la Reina Ana ha dejado prácticamente el gobierno del país a su amiga, confidente y amante, Lady Sarah, hasta que la joven y ambiciosa Abigail aparece y empieza poco a poco a reclamar el título de la nueva favorita de la Reina. 

La película es visualmente una experiencia única, el uso de encuadres excéntricos y lentes poco usuales hacen que parezca una mezcla entre una pintura barroca y una pesadilla. Y el uso de luz natural inclusive en la noche, iluminada solo con candelas y antorchas, le dan a los majestuosos palacios la apariencia de cuevas tenebrosas. Todo en pantalla retrata la corrupción, falsedad y hostilidad de la corte de la Reina Ana. 

Sin embargo, lo que nos queda más en la mente es sin duda el soberbio duelo actoral entre sus protagonistas; Rachel Weisz, imponente como el poder detrás del trono, Emma Stone, perfecta en esa mezcla de inocencia y malicia, y Olivia Colman, inolvidable como la frágil Reina Ana, patética en un instante y absolutamente aterradora en el siguiente. Las tensiones entre estas tres mujeres son retratadas con gestos y miradas o con diálogos ácidos, todo con el más escabroso humor negro que uno pueda imaginar. 

Y el baile. ¡Oh, por Dios, el baile! 

La escena final, literalmente lo último que vemos de la película, se pone tal vez demasiado “artístico” o “simbólico”, y no parece que encaje bien con el resto de la producción. Sin embargo, es una queja menor para uno de los viajes cinematográficos más fascinantes del año. 

Y yo sé que ustedes me van a preguntar cuál es mi favorita para llevarse la estatuilla. Esta es mi opinión. 

Cinematográficamente hablando, no hay ninguna película que pueda llegarles a “Roma" o “La Favorita”. Simplemente parecen una categoría aparte. Y si tengo que escoger entre ambas, tal vez “Roma” esté un poco más cerca de mi corazón. 

“Green Book” está ahí solo por razones políticas, y si la cosa es hablar sobre la segregación y el racismo en Estados Unidos, “Blackkklansman” es una película mucho más sólida e incisiva. 

“Vice” tiene por su parte muchos méritos pero igualmente muchos problemas; y es un producto tan de este momento histórico que no creo que tenga mucha vida útil como obra cinematográfica. “Nace una estrella” como comenté en su momento es una película sólida, pero con la que no conecté, pero en un año sin “Roma” o sin “La Favorita” no me habría parecido una mala opción para llevarse la estatuilla. 

Y para terminar, “Pantera Negra” y “Rapsodia Bohemia”… por favor, ¡pongámos serios!